Friday, November 26, 2010

Hablando a pensamientos

HABLANDO A PENSAMIENTOS.

Pensar es absurdo;
Expresarse obsoleto;
Cada palabra con sentido
Cae al vacío y se deshace en el momento
Como si fuese una gota de lluvia
Cayendo del cielo despejado,
Con una única nube amenazando con tormenta,
A perderse en el inmenso océano de la realidad subtitulada,
esa realidad opaca en la que vivo;
esa realidad que me lleva de aquí a allá
e ignora ese frío que congela mis huesos
dejándome a un paso de la congelación.
Con voz tersa olvida que existo
Me pone titulo, escribiendo mi guión
Al escenario me apunta,
Obligándome a aparecer , sin importar
Que perjudique el tono potente del sentido;
Aparezco sin líneas para actuar
La magnifica obra  "mundo perfecto"
Improviso y me convierto en villano,
Trato duramente, mas no es suficiente;
Sin embargo esa furia del ego
De razones no entiende,
Ni lee otros signos que no sean de su propia voz.
Sin embargo pegado a mi papel
Exclamo: Culpa mía fue!
Aunque mas allá del sentido mi voz
Tiene su propio sonido
allá en el rincón de la razón esa furia
No tiene sentido.
De pronto recuerdo que somos seres individuales
Con destinos independientes.



(25 de noviembre de 2010)

Ronald Vladimir Vega

Thursday, November 4, 2010

La Vida no tiene garantia.

Suenan las sirenas de la ambulancia a plenas tres de la madrugada, va con una prisa sin precedente, como alma que lleva el diablo. Dentro va un hombre viejo con oxigeno artificial sujetando un crucifijo de oro que su padre le obsequio antes de su muerte, grita el doctor:


-¡Enciendan la maldita maquina de electrochoques!.


Sus dos enfermeros en turno corren a tomar la maquina vieja que cargaban para emergencias.

Empieza el doctor a dar de choques al hombre que el primero dejó caer el crucifijo al suelo; sus ojos se pusieron el blanco, así como sus posibilidades de seguir viviendo.


-Enfermero: Creo que se nos va Señor

-Doctor: ¡No!....


Mas preocupado por su reputación, que por la vida del paciente; trato de buscar toda alternativa posible para salvar al hombre que cada vez mas se alejaba de alternativa alguna de seguir viviendo.

Grita el Doctor a quien conducía la ambulancia:


-Apresúrate, podré salvarlo en el hospital.


El conductor que abusa de su habilidad de buen automovilista da una curva un tanto cerrada, sin soltar el pie del acelerador por un instante. A punto el auto de volcar, el crucifijo del paciente se pierde bajo herramientas que cargaban los enfermeros, cae un enfermero sobre el suelo junto a la camilla del paciente, se sujeta el Doctor del un extremo de una maquina inservible que cargaban, el otro enfermero mira hacia el cielo mientras se vuelve como un armadillo, el conductor que abre sus ojos como si estuviese viendo una película de terror en pleno momento cumbre; se voltea el vehículo, sin causar daño alguno, solo el desordenar las herramientas y perder el crucifijo. Da un suspiro de aliento el Chofer, sin percatarse que había cruzado en la curva la línea que divide los carriles de los autos que van y los que vienen; apenas y el conductor ve una luz, sin saber distinguir si era esa luz la puerta al otro mundo o la iluminación del camión que estaba a punto de impactar de frente; se escucha un grito de dolor, muy aterrador de uno de los enfermeros que en el impacto se incrusta una daga en el pecho al caer al suelo; el otro se golpeo contra la metálica pared y rebota en el suelo, muere instantáneamente; el Doctor cae sobre la maquina de electrochoques que le da una carga eléctrica, también fallece y el Paciente que el impacto da vida a su corazón y por ser el mas protegido es a final de cuentas el único sobreviviente.

Ronald Vladimir Vega