de un libro que sólo se va leyendo,
Hago silencio para escuchar el llanto de mi interna voz
que sin hacer ruido con sus secas lágrimas en una mirada perdida
me dice adiós...
Me voy quedando sólo, cuando al frente veo
Mientras a los lados reproches comprendo,
que solos estamos. Aunque haya voces opinando
de esto o de aquello...
Que solos estamos...
Yo pinte de dos pintura, a mi ser volví mitad
para dar figura de amor eterna,
tan triste fue la piedra
que de un divino ser
nos vino a traer
Separación y lodo.
Siguen los minutos destilando,
Perdiendose en el abismo
de eternas melodías jamás finalizadas.