Cuando un hombre enferma del alma y vive entre lo que debería de hacer y lo que hace, su ser reconoce la diferencia y le suplica a gritos internos en tomar las riendas de su destino; de ignorarlo, empieza a volverse en un estado físico y mental de confusión. Mismo efecto que eventualmente causa vulnerabilidad a las adicciones. Adicciones que le encierran en si mismo, no dejandole ver su verdadera ubicación dentro de lo existente, es decir "no logra entender el propósito de su existencia".
"El hombre que le teme a la muerte, su máxima razón de miedo es encontrarle cuando su ser aun carga con una terrible sed de vivir que le ha acompañado toda su existencia".
Ronald Vladimir Vega
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